¿Cómo convenció Cristóbal Colón a su tripulación para que siguiesen adelante?

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Pues lo único que podemos saber con certeza es lo que cuenta la transcripción resumida que hizo el padre Bartolomé de las Casas del diario de a bordo de Colón, y dice así:

Miércoles, 10 de octubre
Navegó al Oessudoeste. Anduvieron a diez millas por hora y a ratos doce y algún rato a siete, y entre día y noche cincuenta y nueve leguas. Contó a la gente cuarenta y cuatro leguas no más. Aquí la gente ya no lo podía sufrir: quejábase del largo viaje. Pero el Almirante los esforzó lo mejor que pudo, dándoles buena esperanza de los provechos que podrían haber. Y añadía que por demás era quejarse, pues que él había venido a las Indias, y que así lo había de proseguir hasta hallarlas con la ayuda de Nuestro Señor.
Jueves, 11 de octubre
Navegó al Oessudoeste. Tuvieron mucha mar y más que en todo el viaje habían tenido. Vieron pardelas y un junco verde junto a la nao. Vieron los de la carabela Pinta una caña y un palo y tomaron otro palillo labrado a lo que parecía con hierro, y un pedazo de caña y otra hierba que nace en tierra, y una tablilla. Los de la carabela Niña también vieron otras señales de tierra y un palillo cargado de escaramujos. Con estas señales respiraron y alegráronse todos. Anduvieron en este día, hasta puesto el sol, veintisiete leguas.
(…)

Como se puede apreciar por el diario del día 10, Colón hizo lo mismo que había hecho durante todo el viaje, anunciaba a su tripulación que habían viajado menos leguas de las reales. Ante el motín de ese día, lo que les dijo para animarles no se explica con mucho detalle, pero está claro que las señales de estar cerca de tierra que vieron al día siguiente llegaron en el momento más oportuno. En la noche del día 11 vieron luces, y el mismo día 12, como es bien sabido, llegaron a tierra.